MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS).- La directora del Programa Global de Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tereza Kasaeva, ha alertado de que esta enfermedad supone una «crisis urgente» que aún puede ser afrontada, y ha subrayado que el coste de la inacción «se mide en vidas».
«La lucha contra la tuberculosis está en un punto de inflexión peligroso», ha recalcado Kasaeva, tras lo que ha recordado que los «recortes drásticos y abruptos» en la financiación mundial de la Salud ponen en riesgo los «avances conseguidos», pudiendo incluso ser revertidos, todo ello durante la 13 Jornada de Actualización Sociosanitaria de la Red TBS-Stop Epidemias.
Del mismo modo, ha advertido de que el aumento de las resistencias farmacológicas y los conflictos están «agravando la situación de los más vulnerables», y es que los primeros informes de la OMS ya revelan perturbaciones en la respuesta contra la tuberculosis en varios países con una alta incidencia, siendo la región de África la más afectada, seguida del Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental.
Kasaeva ha afirmado que hasta 27 países se encuentran haciendo frente a una crisis en la lucha contra la tuberculosis, experimentando en muchos casos escasez de recursos humanos, que afecta a la atención, a los sistemas de datos y de vigilancia epidemiológica, que están «colapsando».
Las autoridades de estas regiones también han notificado deficiencias en la adquisición de medicamentos, lo que pone en peligro la continuidad de los tratamientos y los resultados en los pacientes.
La alta funcionaria de la OMS ha manifestado que la unión de la comunidad científica y la sociedad civil es «esencial» para revertir los principales factores que impulsan la epidemia de tuberculosis como lo son la pobreza, la desigualdad, la desnutrición, las comorbilidades, el estigma y la discriminación.
Asimismo, ha reconocido que los próximos años en la lucha contra la tuberculosis «serán cruciales», y ha pedido activar «varios frentes» como la aceleración mundial para transformar los compromisos asumidos en acciones; o el aumento y mantenimiento de las inversiones estratégicas para acelerar la respuesta y hacer avanzar la investigación, un progreso que depende de un «sólido cumplimiento» guiado por un liderazgo comunitario y reforzado por la colaboración multisectorial.